La
Antártida es continente más frío, seco y con mayor altura media del planeta.
Fue el último en ser descubierto por el hombre y es el único sin habitantes
permanentes.
La
Antártida es naturaleza pura. Es un laboratorio a cielo abierto. La reserva
natural más grande del planeta.
Aunque
puede parecer un enorme desierto, se trata de naturaleza en estado puro. Su
geografía, su flora y su fauna, dan forma a uno de los ecosistemas más puros y
únicos del planeta entero.
La
mayor cantidad de vida en la Antártidase da en sus costas, especialmente en la
Península Antártica. Allí, es fácil encontrar desde pingüinos hasta elefantes
marinos y aves que se alimentan de las especies que pueblan las frías aguas
polares.
La
Antártida es un continente. Es una superficie de más de 14 millones de
kilómetros cuadrados cubierta por capas de hielo lo suficientemente altas como
para ocultar hasta una cadena montañosa.
Es
habitual escuchar hablar de la Antártida Oriental y la Antártida Occidental.
Esto nace de una división bastante básica del continente en dos sectores
separadas por las Montañas Transantárticas, una cadena montañosa que
prácticamente cruza el continente entero de Norte a Sur.
La
especie más característica del continente son seguramente los pingüinos,
especialmente el pingüino Emperador. Esta fascinantes especie puede llegar a
medir hasta 1.3 mt. Y es la única que pone sus huevos en el interior del
continente y durante los fríos meses del invierno Antártico.
Pero
la Antártida también tiene otros pobladores maravillosos. Las orcas, elefantes
marinos, petreles de ojos azules y focas leopardo son algunos de los habitantes
naturales de este continente del sur.
Y
no debemos olvidarnos de la flora. Es cierto que la superficie más habitual es
hielo y nieve, pero algunas regiones del norte del continente también están
cubiertas del verde de los musgos y líquenes.
El
hielo, en formas y tamaños imposibles de imaginar, coronan este increíble
continente. Desde las barreras de hielo del tamaño de un país hasta los
coloridos icebergs que surcan las aguas australes, el agua en estado sólido
domina la Antártida.
En
esta sección podrás encontrar información sobre la naturaleza que hace de la
Antártida uno delos continentes más apasionantes el mundo.
El
ecosistema es un sistema dinámico relativamente autónomo, formado por una
comunidad natural y su ambiente físico. El concepto, que empezó a desarrollarse
entre 1920 y 1930, tiene en cuenta las complejas interacciones entre los
organismos (plantas, animales, bacterias, algas, protozoos y hongos, entre
otros) que forman la comunidad y los flujos de energía y materiales que la
atraviesan.
Todas
las formas de vida tienen la necesidad de relacionarse con el entorno en que
viven, y también con otras formas de vida. En el siglo XX, esta premisa dio
lugar al concepto de ecosistema, que se pueden definir como cualquier situación
en la que hay una interacción entre organismos y su entorno. Los ecosistemas
constan de factores bióticos y abióticos que funcionan de manera
interrelacionada.30 Los factores más importantes de un ecosistema son: suelo,
atmósfera, radiación solar, agua y organismos vivos. Cada organismo vivo tiene
una relación continua con todos los demás elementos de su entorno. Dentro del
ecosistema, las especies se relacionan y dependen unas de otras en la llamada
cadena alimentaria, e intercambian materia y energía tanto entre ellas mismas
como con su entorno. Michael Pidwirny, en su libro Fundamentals of Physical
Geography, describe el concepto así:
Los
ecosistemas son entidades dinámicas compuestas por una comunidad biológica y un
entorno abiótico. La composición abiótica y biótica de un ecosistema y su
estructura viene determinada por el estado de una cantidad de factores del
medio relacionados entre sí. Cualquier cambio en alguno de estos factores (por
ejemplo: disponibilidad de nutrientes, temperatura, intensidad de la luz,
densidad de población de una especie...) resultará en cambios dinámicos en la
naturaleza de estos sistemas. Por ejemplo, un incendio en un bosque caducifolio
templado cambia completamente la estructura de ese sistema. Ya no hay árboles
grandes, la mayor parte de los musgos, hierbas y arbustos que poblaban el suelo
del bosque han desaparecido y los nutrientes almacenados en la biomasa se
liberan rápidamente al suelo, a la atmósfera y al sistema hidrológico. Después
de un corto periodo de recuperación, la comunidad que antes eran grandes
árboles maduros, ahora se ha convertido en una comunidad de hierbas, especies
herbáceas y plántulas.
Todas
las especies tienen límites de tolerancia a los factores que afectan a su
supervivencia, su éxito reproductivo y su capacidad de continuar creciendo e
interactuando de forma sostenible con el resto de su entorno. Estas a su vez
pueden influir en estos factores, cuyas consecuencias pueden extenderse a otras
muchas especies o incluso a la totalidad de la vida.32 El concepto de
ecosistema es, por tanto, un importante objeto de estudio, ya que dicho estudio
nos proporciona la información necesaria para tomar decisiones sobre cómo la
vida humana puede interactuar de manera que permita a los variados ecosistemas
un crecimiento sostenido con vistas al futuro, en vez de expoliarlos. Para tal
estudio se toma una unidad más pequeña llamada microecosistema. Por ejemplo, un
ecosistema puede ser una piedra con toda la vida que alberga. Un
macroecosistema podría comprender una ecorregión entera, con su cuenca
hidrográfica.33
Los
ecosistemas siguientes son ejemplos de los que actualmente están sometidos a
estudio intensivo:
“ecosistemas
continentales”, como “ecosistemas de bosque”, “ecosistemas de pradera” como
estepas o sabanas), o agro-ecosistemas,
Sistemas
en aguas interiores, que a su vez se subdividen en lénticos (lagos o estanques)
y lóticos (ríos)
Ecosistemas
oceánicos.
Se
puede realizar otra clasificación de los ecosistemas atendiendo a sus
comunidades, como en el caso de un ecosistema humano. La clasificación más
amplia (sometida hoy a un amplio estudio y análisis, y también objeto de
discusiones sobre su naturaleza y validez) es la del conjunto entero de la vida
del planeta vista como un único organismo, la conocida como hipótesis de Gaia.
Los
ecosistemas se caracterizan por mantener un intercambio constante de materia y
energía que va pasando de un ser viviente a otro, a través de las llamadas
cadenas alimentarias. Las plantas (organismos productores) captan la energía
solar y sintetizan materia orgánica (alimentos), tanto para ellas como para los
organismos consumidores (animales) que la aprovechan, los cuales además pueden
luego alimentarse unos de otros.
Al
morir estos organismos actúan los descomponedores (bacterias y hongos) y los
transforman en nutrientes por el suelo, los cuales serán aprovechados por las
plantas, iniciándose así un nuevo ciclo.
Cabe
resaltar, que actualmente los ecosistemas se enfrentan a una dificultad sin
precedentes: la Humanidad. La acción incontrolada del ser humano sobre los
ecosistemas como la destrucción y fragmentación de hábitats (incendios, tala
indiscriminada, la caza y pesca sin control), el cambio climático, la
contaminación del suelo y del agua afecta su estado de “equilibrio natural”, y
el normal desarrollo y crecimiento de sus organismos en una población.
Por
ello, se han creado los decretos y leyes para la protección del ambiente. La
humanidad debe reconocer que atacar el medio ambiente pone en peligro la
supervivencia de su propia especie.
La
atmósfera terrestre es un factor clave que sustenta el ecosistema planetario.
Esta fina capa de gases que envuelve la Tierra se mantiene en su sitio gracias
a la gravedad del planeta. Está compuesta por un 78 % de nitrógeno, un 21 % de
oxígeno y trazas de otros gases. La presión atmosférica disminuye con la
altitud. La capa de ozono de la Tierra desempeña un papel esencial en la
reducción de la cantidad de radiación ultravioleta que llega a la superficie.
Ya que el ADN puede verse fácilmente dañado por esta radiación, la capa de
ozono actúa de escudo que protege la vida en la superficie. La atmósfera
también retiene calor durante la noche, reduciendo por tanto las temperaturas
extremas diarias.
Las
variaciones del tiempo atmosférico tienen lugar casi exclusivamente en la parte
baja de la atmósfera, y actúa de sistema convectivo para redistribuir el calor.
Las corrientes oceánicas son otro factor importante para determinar el clima,
especialmente la circulación termohalina submarina, que distribuye la energía
calorífica de los océanos ecuatoriales a las regiones polares. Estas corrientes
ayudan a moderar las diferencias de temperatura entre el invierno y el verano
en las zonas templadas. Es más, sin las redistribuciones de energía calorífica
que realizan las corrientes oceánicas y atmosféricas, los trópicos serían mucho
más cálidos y las regiones polares mucho más frías.
El
tiempo puede tener a la vez efectos beneficiosos y perjudiciales. Los fenómenos
meteorológicos extremos, como los tornados o los huracanes, pueden emplear
grandes cantidades de energía en su trayectoria y arrasar con todo lo que
encuentren a su paso. La vegetación superficial ha desarrollado una dependencia
de la variación estacional del tiempo, y los cambios repentinos, aunque sólo
duren algunos años, pueden tener un efecto devastador, tanto en la vegetación
como en los animales que dependen de ella para alimentarse.
El
clima planetario es una medida de la tendencia del tiempo atmosférico a lo
largo del tiempo. Pueden influir en él varios factores, como las corrientes
oceánicas, el albedo superficial, los gases de efecto invernadero, las
variaciones en la luminosidad solar y los cambios en la órbita del planeta.
Basándonos en los registros históricos, hoy sabemos que la Tierra ha sufrido
drásticos cambios climáticos en el pasado, incluso glaciaciones. El clima de
una región depende de una cierta cantidad de factores, como la latitud. Una
franja latitudinal de la superficie con características climáticas similares
conforma una región climática. En la Tierra, existen varias de estas regiones,
que van del clima tropical en el Ecuador al clima polar en los polos. En el
tiempo también influyen las estaciones, que resultan de la inclinación del eje
de la Tierra con respecto a su plano orbital. De esta forma, en cualquier
momento dado durante el verano o el invierno, hay una parte del planeta que
está más directamente expuesta a los rayos del Sol. Esta exposición se va
alternando al tiempo que la Tierra va describiendo su órbita. En todo momento,
sin importar la estación, los hemisferios norte y sur experimentan condiciones
climáticas opuestas.
El
tiempo es un sistema caótico que puede modificarse fácilmente con sólo pequeños
cambios en el entorno, por ello las previsiones meteorológicas exactas sólo se
limitan a algunos días. En conjunto, están sucediendo dos cosas a nivel global:
la temperatura está aumentando por
término medio; y los patrones del tiempo están cambiando y volviéndose cada vez
más caóticos.
La
lluvia ácida se forma cuando la humedad del aire se combina con óxido de
nitrógeno, el dióxido de azufre y el trióxido de azufre emitidos por fábricas,
centrales eléctricas, calderas de calefacción y vehículos que queman carbón o
productos derivados del petróleo que contengan azufre. En interacción con el
agua de la lluvia, estos gases forman ácido nítrico, ácido sulfuroso y ácido
sulfúrico. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la Tierra acompañando a
las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.1
Los
contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a la lluvia ácida pueden
recorrer grandes distancias, siendo trasladados por el viento a cientos o miles
de kilómetros antes de precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo,
nieve, niebla o neblina. Cuando la precipitación se produce, puede provocar deterioro
en el medio ambiente.
La
lluvia normalmente presenta un pH de aproximadamente 5.65 (ligeramente ácido),
debido a la presencia del CO2 atmosférico, que forma ácido carbónico, H2CO3. Se
considera lluvia ácida si presenta un pH menor que 5 y puede alcanzar el pH del
vinagre (pH 3), valores que se alcanzan cuando en el aire hay uno o más de los
gases citados.
Efectos
de la lluvia ácida:
La
acidificación de las aguas de lagos, ríos y mares dificulta el desarrollo de
vida acuática, lo que aumenta en gran medida la mortalidad de peces.
Igualmente, afecta directamente a la vegetación, por lo que produce daños
importantes en las zonas forestales, y acaba con los microorganismos fijadores
de nitrógeno.
El
término "lluvia ácida" abarca la sedimentación tanto húmeda como seca
de contaminantes ácidos que pueden producir el deterioro de la superficie de
los materiales. Estos contaminantes que escapan a la atmósfera al quemar carbón
y otros componentes fósiles reaccionan con el agua y los oxidantes de la
atmósfera y se transforman químicamente en ácido sulfúrico y nítrico. Los
compuestos ácidos se precipitan, entonces, caen a la tierra en forma de lluvia,
nieve o niebla, o pueden unirse a partículas secas y caer en forma de
sedimentación seca.
La
lluvia ácida por su carácter corrosivo, corroe las construcciones y las
infraestructuras. Puede disolver, por ejemplo, el carbonato de calcio, CaCO3, y
afectar de esta forma a los monumentos y edificaciones construidas con mármol o
caliza.
Un
efecto indirecto muy importante es que los protones, H+, procedentes de la
lluvia ácida arrastran ciertos iones del suelo. Por ejemplo, cationes de
hierro, calcio, aluminio, plomo o zinc. Como consecuencia, se produce un empobrecimiento
en ciertos nutrientes esenciales y el denominado estrés en las plantas, que las
hace más vulnerables a las plagas.
Los
nitratos y sulfatos, sumados a los cationes lixiviados de los suelos,
contribuyen a la eutrofización de ríos y lagos, embalses y regiones costeras,
lo que deteriora sus condiciones ambientales naturales y afecta negativamente a
su aprovechamiento.
Un
estudio realizado en 2005 por Vincent Gauci3 de Open University, sugiere que
cantidades relativamente pequeñas de sulfato presentes en la lluvia ácida
tienen una fuerte influencia en la reducción de gas metano producido por
metanógenos en áreas pantanosas, lo cual podría tener un impacto, aunque sea
leve, en el efecto invernadero.
Soluciones
Entre
las medidas que se pueden tomar para reducir la emisión de los contaminantes
precursores de este problema tenemos las siguientes:
Reducir
el nivel máximo de azufre en diferentes combustibles.
Trabajar
en conjunto con las fuentes fijas de la industria para establecer disminuciones
en la emisión de SOx y NOx, usando tecnologías para control de emisión de estos
óxidos.
Impulsar
el uso de gas natural en diversas industrias.
Introducir
el convertidor catalítico de tres vías.
La
conversión a gas en vehículos de empresas mercantiles y del gobierno.
Ampliación
del sistema de transporte eléctrico.
Instalación
de equipos de control en distintos establecimientos.
Adición
de un compuesto alcalino en lagos y ríos para neutralizar el pH.
Control
de las condiciones de combustión (temperatura, oxígeno, etc.).
El ciclo hidrológico
o ciclo del agua es el proceso de circulación del agua entre los distintos
compartimentos que forman la hidrosfera. Se trata de un ciclo biogeoquímico en
el que hay una intervención mínima de reacciones químicas, porque el agua casi sólo
se traslada de unos lugares a otros o cambia de estado físico.
El agua de la Tierra
se encuentra en su mayor parte en forma líquida, en océanos y mares, como agua
subterránea, o formando lagos, ríos y arroyos en la superficie continental. La
segunda fracción, por su importancia, es la del agua acumulada como hielo sobre
los casquetes glaciares antártico y groenlandés, con una participación pequeña
de los glaciares de montaña de latitudes altas y medias, y de la banquisa.
Por último, una
fracción menor está presente en la atmósfera, en estado gaseoso (como vapor) o
en estado líquido, formando nubes. Esta fracción atmosférica es muy importante
para el intercambio entre los compartimentos para la circulación horizontal del
agua, de manera que, se asegura un suministro permanente de agua, a las
regiones de la superficie continental alejadas de los depósitos principales.
El agua de la
hidrosfera o hidrósfera procede de la desgasificación del manto, donde tiene
una presencia significativa, por los procesos del vulcanismo. Una parte del
agua puede reincorporarse al manto con los sedimentos oceánicos de los que
forma parte cuando éstos acompañan a la litosfera en subducción.
El agua existe en la
Tierra en tres estados: sólido (hielo o nieve), líquido y gaseoso (vapor de
agua). Océanos, ríos, nubes y lluvia están en constante cambio: el agua de la
superficie se evapora, el agua de las nubes precipita, la lluvia se filtra por
la tierra, etc. Sin embargo, la cantidad total de agua en el planeta no cambia.
La circulación y conservación de agua en la Tierra se llama ciclo hidrológico,
o ciclo del agua.
El ciclo hidrológico
está dividido en dos ciclos: el ciclo interno y el ciclo externo. El ciclo
interno consiste en lo siguiente: El agua de origen magmático, formada mediante
reacciones químicas en el interior de la tierra, sale a través de volcanes y
fuentes hidrotermales y se mezcla con el agua externa. Se termina cuando el
agua de los océanos se introducen por las zonas de subducción hasta el manto.
Cuando se formó, hace
aproximadamente cuatro mil quinientos millones de años, la Tierra ya tenía en
su interior vapor de agua. En un principio, era una enorme bola en constante
fusión con cientos de volcanes activos en su superficie. El magma, cargado de
gases con vapor de agua, emergió a la superficie gracias a las constantes
erupciones. Luego la Tierra se enfrió, el vapor de agua se condensó y cayó
nuevamente al suelo en forma de lluvia.
El ciclo hidrológico
comienza con la evaporación del agua desde la superficie del océano. A medida
que se eleva, el aire humedecido se enfría y el vapor se transforma en agua: es
la condensación. Las gotas se juntan y forman una nube. Luego caen por su
propio peso: es la precipitación. Si en la atmósfera hace mucho frío, el agua
cae como nieve o granizo. Si es más cálida, caerán gotas de lluvia.
Una parte del agua
que llega a la superficie terrestre será aprovechada por los seres vivos; otra
discurrirá por el terreno hasta llegar a un río, un lago o el océano. A este
fenómeno se le conoce como escorrentía. Otro porcentaje del agua se filtrará a
través del suelo formando acuíferos o capas de agua subterránea, conocidas como
capas freáticas. Este proceso es la infiltración. De la capa freática, a veces,
el agua brota en la superficie en forma de fuente, formando arroyos o ríos.
Tarde o temprano, toda esta agua volverá nuevamente a la atmósfera, debido
principalmente a la evaporación.
Un aspecto a destacar
en el ciclo hidrológico es su papel en el transporte de sustancias: La lluvia
caída disuelve y arrastra sales hacia el mar, donde se concentran y precipitan.
Los sedimentos formados entran en los ciclos geológicos diagenéticos. En su
conjunto el ciclo hidrológico se puede considerar como una operación de
lixiviado a escala planetaria.
Una
zona salvaje o silvestre es un entorno natural de la Tierra cuyos procesos o
dinámicas son autónomos. Los ecologistas consideran que las áreas salvajes son
una parte del ecosistema natural del planeta (la biosfera).
La
expresión “zona salvaje” evoca inmediatamente la idea de “naturaleza salvaje”,
es decir, que los humanos no pueden controlar. Desde este punto de vista, es el
desarrollo autónomo de los procesos de un área natural el que lo convierte en
una zona salvaje.
No
debe confundirse "salvaje" con "virgen". Una zona será
virgen si no ha sido alterada por la presencia o actividad humanas. Hoy en día,
prácticamente la totalidad de la superficie del planeta ha sufrido, en mayor o
menor grado y directa o indirectamente, algún tipo de alteración causada por
los seres humanos (aunque sólo sea la influencia del cambio climático o de
ciertos contaminantes), luego se puede afirmar que no existen prácticamente
entornos vírgenes en la biosfera. Sin embargo, La mera presencia o actividad
humana no necesariamente implica que una zona deje de ser salvaje. Muchos
ecosistemas que son, o han sido, habitados o influidos por las actividades
humanas pueden considerarse como “salvajes”, a pesar de no ser vírgenes. Según
esto, son salvajes las áreas en las que los procesos naturales discurren sin
interferencias humanas notorias.
Mar en zonas salvajes
La
noción de “naturaleza salvaje” ha sido un tema importante en las artes visuales
durante diversas épocas de la historia mundial. Durante la Dinastía Tang
(618-907) se dio una temprana tradición de pintura paisajística. Esta tradición
de representar la naturaleza tal cual se convirtió en uno de los objetivos de
la pintura china y tuvo una influencia significativa en el arte asiático.
En
el mundo occidental, la idea de “zona salvaje” (naturaleza salvaje, etc.) como
valor intrínseco apareció en los años 1800, especialmente en las obras del
movimiento romántico. Artistas británicos como John Constable y Joseph Mallord
William Turner se dedicaron a plasmar la belleza del mundo natural en sus
cuadros. Antes, las pinturas habían sido sobre todo de escenas religiosas o de
seres humanos. La poesía de William Wordsworth describe las maravillas del
mundo natural, que antes se veía como un lugar amenazador. Cada vez más, la
valoración de la naturaleza se fue convirtiendo en un aspecto de la cultura
occidental.
Costa
Rica, el país con la mejor naturaleza del mundo
Con
sólo 51.100 km², Costa Rica es considerada uno de los 25 países más biodiversos
del planeta. En este pequeño territorio se supone que habitan más de 500.000
especies, esto representa el 4% de la biodiversidad mundial. Sin embargo solo
se conoce un 18%, lo que significa que en Costa Rica hay identificadas unas
91,000 especies. A modo de comparación en Costa Rica hay 227 especies de
mamíferos aproximadamente mientras que en Sudán con 2.505.800 km², alberga 267
especies de mamíferos pero en una extensión mucho mayor.
El
Foro Económico Mundial declaró que Costa Rica es el país con la mejor
naturaleza del mundo. A continuación
algunos de los motivos que explican tal decisión y la belleza que atrae a miles
de turistas en todo el mundo.
Flora
y fauna
Costa
Rica es uno de los países del mundo con mayor biodiversidad, tal cual queda
demostrado con la reciente publicación del Atlas de la biodiversidad de Costa
Rica (CRBio) y que abre las puertas a un recorrido por la riqueza natural del
país.
Forman
parte de su biodiversidad, integrad por más de 500.000 especies, miles de insectos, mamíferos, anfibios,
además de plantas. En Costa Rica están
prohibidos los zoológicos y la caza deportiva.
Las
playas
La
belleza de las costas y litorales de Costa Rica, país centroamericano ubicado
entre los dos grandes océanos, es uno de
los tesoros más grandes del país y una gran invitación para los turistas del
todo el mundo. La variedad de playas es
tal que van desde las más sencillas y a otras con arenas sumamente blancas y
aguas con olas u otras más calmas. Algunas de las más lindas están ubicadas en
Parque Nacional Manuel Antonio con aguas entre colinas. Además hay otras donde
la vegetación llega hasta el borde de la playa.
Montañas
y volcanes
Ubicada
dentro del denominado cinturón de fuego del Pacífico, Costa Rica también se
caracteriza por una amplia presencia de volcanes (más de 100) y zonas de
montañas que generan gran atractivo para
los amantes de los recorridos en las alturas.
También es posible apreciar poderosas masas cordilleranas.
Parques
nacionales y refugios
Un
poco menos de la cuarta parte de Costa Rica está constituido por Reservas y
Parques Nacionales,
Por
ejemplo, algunos de los más conocidos, son el Parque Internacional La Amistad
con 500.000 hectáreas–cuenta con un área de división con Panamá-, un ejemplo
para el eco-turismo; el Parque Nacional Corcovado (Puntarenas Sur), ubicado en
uno de los lugares biológicos más intensos del mundo; el Parque Nacional Barra
Honda (Guanacaste), cuya característica más notoria es la presencia de cuevas
esculpidas por el agua en las pequeñas montañas. También hay otros menos visitados como el
Parque Nacional Volcano Turrialba, con
cráteres muy extensos.
Gracias
a esto, acceder a un parque nacional o zona de reserva es muy sencillo en Costa
Rica, un país rodeado de naturaleza y reconocido por ella, tal cual lo hizo
recientemente el Foro Económico Mundial.
Sin
lugar a dudas Costa Rica es una joya de la biodiversidad dentro de América
Latina y el Caribe, por lo que descubrir su belleza y esplendor vale la pena.
Nuestra
más frecuente relación en verano con la naturaleza y el más alto riesgo de
deterioro de la misma por el fuego, la contaminación y otros factores, nos
obligan a una especial consideración y a una llamada de atención sobre nuestro
comportamiento con la misma. El cuidado de la naturaleza y del medio ambiente
no es sólo cuestión de aficiones, medio de vida para unos pocos o una moda como
otra cualquiera, que pasa. Es una obligación de todos y una responsabilidad en
relación con los demás: con nuestros coetáneos y con las generaciones
siguientes. Si tiras basura al piso esta
dañando nuestra Tierra en la que vivimos.
La naturaleza "es nuestra cara y
nuestra vida por lo que tenemos que proteger en forma colectiva y tener
responsabilidad sobre todo lo que pasa en ella empezando por lo mas cercano a
nosotros hasta lo mas lejos . y tenemos que evitar las guerras imprevistas
Los
modos que podemos cuidar nuestra naturaleza
1- cuando tomes café no uses vasos de plástico, improvisa usando un
tazón, una taza o tu imaginación.
2-
Conviertete en un viajero no frecuente. Los contaminantes generados por los
vuelos aéreos contribuyen en un 3 ó 4% de todos los gases invernaderos a nivel
mundial. Así que si tu jefe te sugiere un viaje de negocios, tú sugierele una
conferencia de video.
3-
Podemos ayudar diciendo "no a las colillas", estas tardan 10 años
para biodegradarse, además de ensuciar son las causantes que anualmente mueran
cantidades de animales ya que estos las consumen sin querer. Además ¿No es
tiempo de que dejemos de fumar?
4-
Usa menos grapas. ¿Sabias que si 10 millones de oficinistas ahorran 1 grapa por
día se ahorrarían 100 toneladas de acero por año?
5-
Puedes ayudar diciendo simplemente "no"... cada año más de 50
millones de árboles y 75 billones de litros de agua se utilizan para crear más
de 7 millones de toneladas de correo chatarra, de los cuales más del 40% se
tira sin siquiera abrir. La proxima vez que una empresa te mande algo así,
llamalos para que te saquen de su lista de correos.
7-
Cuando la situación lo ameríte utiliza el transporte público, éste utiliza la
mitad de combustible que los autos convencionales.
8-
recicla los cartuchos de tu impresora. ¿sabias que si colocamos los cartuchos
que se retiran en un año uno al lado del otro pueden rodear al planeta?, pues
no hace falta que te vayas hasta la otra punta del mundo para reciclarlos.
8-
Una vez que tu celular este cargado, al retirar el mismo del cargador de una
vez debes de desenchufar el cargador.
9-
cuando compres un lapiz de plástico usalo hasta que se le acabe la tinta ya que
estos tardan 1.000 años en degradarse, asi que no dejes de escribir, escribir y
escribir.
Creo
que pasaría el día entero escribiendo todo lo que podemos hacer para cuidar nuestro
medio ambiente, pero lo más importante de todo esto es que debemos comenzar
desde ahora, las comunidades deben de organizarce y trabajar en conjunto para
poder vivir en un mundo mejor, tenemos que tomar conciencia, señores del mundo
ya no nos queda más tiempo para perder el tiempo es ahora para comenzar.
Como
familia y entes sociales tenemos el gran compromiso de proteger el Medio
Ambiente, ya que de esto depende nuestra calidad de vida y la de nuestros
sucesores, así como el desarrollo de nuestro país. El medio Ambiente es el
conjunto de todas las cosas vivas que
nos rodean, de él obtenemos la materia prima
que utilizamos para vivir. Es por esto que cuando atropellamos o hacemos
mal uso de los recursos naturales, que tenemos a disposición, lo ponemos en
peligro. El aire y el agua ambos indispensables para vivir se están
contaminando, por tanto debemos hacer conciencia del uso que les damos. Defender el medio ambiente es parte de
nuestro deber, ya que nos convierte en agente dinámico y así fomentamos la
cooperación que nos garantizará un mejor futuro y un país más sano. Como
familia podemos asumir actitudes tanto individuales como colectivas en defensa del ambiente, buscando soluciones que
impidan su contaminación y degradación. El deterioro en que se encuentra el
medio ambiente, exige que asumamos responsabilidades sobre la contaminación
ambiental y los peligros que representan para el desarrollo de nuestra
sociedad, con la finalidad de contribuir a contrarrestarlos.
Reducir
la toxicidad en el hogar
Eliminar
el mercurio en la casa mediante la compra de elementos que no lo posean o lo
hagan en una dosis muy baja
Utilizar
artículos de limpieza que no contengan un alto nivel de químicos peligrosos
Revisar
las etiquetas de los productos de limpieza, considerando el uso de bicarbonato
de sosa, entre otros del mismo tipo
Hacer
la casa a prueba de roedores y evitar usar veneno de ratón, prefiriendo trampas
en cualquier caso
Se
denomina capa de ozono a aquella porción de la atmósfera ubicada entre los 15
Km. y 40 Km. de altitud y que contiene una concentración alta de ozono. Esta
fue descubierta a principios de siglo, situación que dio pie al estudio de sus
propiedades.
El
ozono es un gas compuesto por tres átomos de oxigeno que solo puede existir en
ciertas circunstancias específicas en que tanto la temperatura como la presión
sean las adecuadas.
La
capa de ozono funciona como barrera para radiaciones nocivas y a la vez permite
que pase la luz ultravioleta, protegiendo de este modo el desarrollo de la
vida.
Una
problemática que se originado en el decurso del siglo XX es la alteración de la
capa en algunas regiones, situación que alarmó a científicos. Al problema del
debilitamiento del ozono se le conoce como agujero de ozono, y afecta
principalmente al área que corresponde a la Antártida y luego al área
correspondiente al ártico. Las causas de este problema estuvieron poco claras
por un tiempo pero luego las pruebas fueron acumulándose para señalar como responsable
del fenómeno al accionar de los clorofluorocarbonos y los fungicidas.
Para
intentar controlar este proceso negativo los distintos gobiernos tomaron una
serie de medidas tendientes a eliminar los CFCs, siendo Estados Unidos, Canadá,
Suecia y Noruega los pioneros en estas disposiciones. En 1985 se firma la
Convención de Viena, en la que participan 20 países que se disponen a negociar
regulaciones para los químicos acusados del problema. Pero, sin lugar a dudas,
los pasos más significativo para proteger la capa de ozono son: la firma del
protocolo de Montreal en 1987, en el que se acordaba reducir para 1999 a los
CFCs en un cincuenta por ciento; un nuevo acuerdo realizado en Londres que
rectificó la disposición y estableció que se terminase con la producción de
éstos para el año 2000; y finalmente, una ulltima rectificación realizada en
Copenhague en el año 1992 que adelantó la eliminación para 1996.
A
pesar de las medidas tomadas para paliar los males hechos, lo cierto es que una
recuperación significativa tardará bastantes años en concretarse. Lo importante
es que los líderes del mundo tomaron conciencia de la situación y se
dispusieron a resolverla.
El
ozono tiene la propiedad de absorber radiación ultravioleta -B (UV-B) razón por
la cual la capa de ozono representa un filtro eficiente para este tipo de
radiación nociva para la vida en todas sus formas.
Desde
comienzos de los años 80 se ha detectado, principalmente sobre la Antártida,
una disminución importante de la concentración de ozono que se ha denominado
Agujero de ozono causado principalmente por la acción destructora que poseen
los compuestos clorofluorocarbonados (CFC) y los bromofluoro-carbonados
(Halones), masivamente empleados en la industria de frío y en la producción de
propelentes para aerosoles.
Honduras
alberga 15 parques nacionales, 2 reservas de biosfera, y 10 reservas biológicas
que protegen más de 200 especies de aves indígenas y más de 20 grandes
mamíferos que habitan en los bosques.
Entre
los más inexplorados y extraordinarios parques nacionales está Pico Bonito –
ubicado a sólo 3 Km del pueblo de La Ceiba en la costa caribeña. Entre las
posibilidades de aventura que esperan al viajero intrépido en el Parque
Nacional de Pico Alto, están el canotaje o kayak de Clase-5 en el río Cangrejal
y caminata en la jungla, rodeado de selva primaveral y extraña fauna.
“Aquí
estamos descubriendo nuevas especies de mariposas y aves cada año,” dice Robert
Gallardo de los Jardines y Criaderos de Mariposas Tropicales de Pico Bonito,
ubicado en la ladera del Parque Nacional Pico Bonito sobre la costa del Caribe.
Este
área protegida es parte de una alta cordillera que va de este a oeste, cubierta
por un casi impenetrable bosque, lleno de abundantes pináculos de granito de
más de 10,000 pies y cortado por ríos formados por la lluvia.
Esta
región se caracteriza por el Bosque Húmedo Tropical Costero que con remanentes
de manglar y extensos cocotales constituyen el paisaje más sobresaliente del
mismo, siendo importante también la existencia de muchas lagunas salobres
costeras en cuyas aguas se reflejan las altas cúspides de cordilleras paralelas
a la línea de costa y que alcanzan alturas máximas de 2,436 metros sobre el
nivel del mar (m.s.n.m.), originando bosques nubosos en sus cumbres.
Los
atractivos más importantes de esta región son sus Areas Protegidas, donde Ud.
podrá observar y gozar de la basta vegetación, las playas y canales, ríos y
montañas, abundante fauna (muchos de los cuales comprenden especies en vías de
extinción y otras especies que en muchas otras regiones centroamericanas ya no
se encuentran.
Además
se añade la riqueza de su cultura étnica, especialmente los pueblos Garífunas
(negros caribeños), la riqueza histórica con su arquitectura colonial y
neo-colonial testigos de los tiempos de la conquista.
Por
sus características ambientales las Islas de la Bahía pueden considerarse como
un verdadero laboratorio natural, donde pueden conjugarse las actividades de
recreación con labores de investigación científica. Entre sus puntos de interés
se destacan Jim”s Silverlode, un mundo lleno de peces.
Guanaja
dispone asimismo de facilidades para la conexión aérea con Roatán, a través de
naves de pequeña capacidad.
Es
imprescindible contratar un buen seguro médico antes de la partida que cubra
gastos de hospitalización y repatriación.
En
los bosques nublados podrá ver el resplandeciente Quetzal y el elusivo
Jilguero. Visitamos los Parques Nacionales y Reservas más importantes del país
brindando una panorámica diversa y completa donde podremos disfrutar de la
contemplación de la rica flora y no menos espectacular fauna.
Y
al final del día de expedición, en la comunidad que nos aloja hay tanto que
aprender de nuestros anfitriones acerca del vivir en armonía con la naturaleza.
Conozca
a un artista de la cerámica, disfrute la música y ritmos exóticos y aprenda con
la gente de la selva el secreto que todos queremos descubrir.
De
los seres, unos son por naturaleza y otros proceden de otras causas. Por
naturaleza, los animales y sus partes, y las plantas y los cuerpos simples,
como tierra, fuego, aire y agua (pues decimos que estas cosas y las que son
como estas son por naturaleza), y todas estas parecen diferenciarse de las que
no se producen por naturaleza porque cada una de ellas tiene en sí misma un
principio de movimiento y reposo, unas en lo que se refiere al lugar, otras
para el aumento y la disminución, y otras para la alteración. Pero una cama o
un manto, o cualquier otra cosa de ese género, en la medida en que merece, cada
una de ellas, que la denominemos con ese nombre, y que es producto del arte,
ninguna tendencia tienen al cambio en sí mismas; aunque, en cuanto son por
accidente de piedra o de tierra o de mezcla de estas cosas, sí lo tienen, y
solo en ese sentido: como que la naturaleza es algún principio y causa de
movimiento y de quietud, en aquello en que rige por sí misma y no por
accidente.
Aquí
(comienzo del libro segundo) Aristóteles define definitivamente lo que es
natural por sí. ¿Qué es lo propio de la Naturaleza, de toda cosa natural? Si
hemos caracterizado lo natural como todo aquello que se mueve o cambia, es
lógico que la naturaleza sea, en cada cosa, el propio (principio de)
movimiento.
Es
preciso que la “obviedad” de estas cosas no nos impida comprender su
profundidad y maravilla. Las cosas cambian, se mueven. Tiene que haber un
principio de movimiento en la naturaleza, y en cada naturaleza. Aunque, por
accidente, algunas cosas no lo tengan directamente. Por eso, aunque todo lo que
ocurre en la naturaleza es natural, no todo lo es de manera primordial. Son
primordialmente naturales aquellas cosas cuya actividad o cambio procede de, e
incluso se identifica con, ellas mismas. Lo que no es así, no es primariamente
por naturaleza, aunque en un sentido amplio esté incluido en la
naturaleza.Naturaleza es Actividad.
No
hay que caer en el error de creer que Aristóteles opone absolutamente lo
natural y lo artificial. Lo artificial es, por supuesto, parte de la
naturaleza, pero los objetos artificiales no son producto inmediato de la
naturaleza (no son primariamente naturales), sino productos secundarios,
mediados por otro ser natural, que los produce. Las causas naturales de lo
artificial hay que buscarlas, pues, en el productor y en la materia natural que
el productor ha utilizado para fabricarlo. Por supuesto, la inteligencia
(humana, por ejemplo) es parte de la naturaleza: el principio del movimiento
propio de las entidades naturales inteligentes, es decir, aquellas que saben
hablar y, precisamente, fabricar cosas artificiales imitando a la naturaleza.
No
obstante, la distinción entre natural y artificial, aunque la entendamos como
secundaria o relativa, puede dar lugar a aporías, sobre todo en nuestros
tiempos, en que los artefactos han llegado a imitar la naturaleza de una manera
más precisa que una cama o un mueble. Para resolver estas aporías es esencial
darse cuenta de que son dos criterios diferentes de artificialidad o
no-naturalidad el de tener un productor y el de no tener un principio interno
de cambio. Aunque genéticamente la causa natural de un artefacto sea un
artífice (lo que seguramente no es necesario: ¿es un artífice el castor, o la
hormiga?), lo que define estructural o formalmente a una entidad
no-primariamente-natural es no tener un principio intrínseco de cambio. Es
mejor (menos antropocéntrico) atenerse al segundo criterio. ¿Cómo distinguir,
entonces, con precisión, si una cosa es natural o artificial? ¿Es esta una
división absoluta, o de grado o relativa?
Un
electrón es una entidad natural porque hay una dinámica propia del electrón. Un
mueble no es primariamente natural porque, en cuanto mueble, no tiene cambio,
no hay (apenas) una dinámica mobiliar. ¿Qué decir de las máquinas que se
autoconservan? ¿Son “naturaleza artificial” (incluso vida artificial)? ¿Qué
decir de una piedra o una montaña? ¿Hay algún principio de cambio en estas
cosas?
Empezando
por lo segundo, no es casual que Aristóteles no ponga ese tipo de ejemplos, sino
que al tratar de los seres “inertes” se limite a los más elementales (los
elementos últimos), como si fueran más claros.Quizás
hay que decir que las montañas o las piedras no existen, o que existen menos
que un elemento natural (el fuego, una partícula cuántica). El
elemental-reduccionismo dirá que las montañas o las piedras no existen más que
para la imaginación humana. ¿Y los compuestos químicos más básicos? ¿Existe el
agua? ¿Y los elementos químicos? ¿Existe el oxígeno, o solo los cuanta…? El
no-elemental-reduccionismo dirá que se trata, más bien, de diferentes niveles
de la naturaleza, y que no hay que confundir grado de elementalidad con
sustancialidad y existencia. Al nivel geológico las montañas existen, y tienen
una dinámica propia, que es estudiada por la geografía; existen, cada una a su
nivel, las piedras, el agua, el oxígeno… Lo que no quiere decir que exista todo
aquello que postula una mente: quizás no existe el éter, aunque no porque sea
complejo y divisible materialmente en partículas (como cualquier otra cosa),
sino porque no haya, a ningún nivel, nada (ningún cambio) que se explique con
un principio dinámico como el del éter. El principio apriorístico que guía al
reduccionismo es la verdad de que hay una conexión completamente estrecha entre
sustancialidad (coseidad) e indivisibilidad. Lo que se le olvida al
reduccionismo es que una entidad compleja no es un mero agregado de partículas,
sino un todo “mayor” que las partes, una estructura.
Las
selvas tropicales vendrían a ser los pulmones de nuestro planeta. A pesar de
que la definición de lo que realmente son sigue siendo un tema de debate, la
mayoría de nosotros está de acuerdo con que estos ecosistemas frágiles y
expuestos a tantos peligros son verdaderos tesoros naturales y bellos.
Constituyen el hogar de algunos de los paisajes más imponentes del mundo y
albergan a criaturas de lo más exóticas.
1.Yanoda
(China)
La
selva de Yanoda se encuentra en la provincia isleña de Hainan, cerca de la
ciudad de Sanya en la cosa sur de la isla. Sanya es un popular destino
turístico, debido a que es a ciudad más austral de la isla. La popularidad de
este sitio se debe principalmente a los paisajes asombrosos de la selva, la que
constituye una atracción turística muy atractiva. De sus 123 kilómetros
cuadrados, 45 han sido destinados a la Zona de Turismo Cultural, la que ha sido
distinguido por el gobierno chino como paisaje pintoresco, la mayor
calificación que existe. Las autoridades planean invertir 4 mil millones de
yuanes chinos; hasta ahora se han invertido 2 mil millones en el desarrollo de
los valles Rainforest y Dreamworld, que les permite a los visitantes atravesar
18 kilómetros dentro del parque. Escaleras, puentes colgantes y caminos de
madera conducen a los aventureros a zonas de piedras gigantes repletas de
especies diversas de flora y fauna así como de cascadas.
2.Sinharaja
(Sri Lanka)
Sinharaja
es un enorme parque en Sri Lanka. Se salvó de ser talado gracias a su difícil
acceso; en 1978 la UNESCO la clasificó como reserva de diversidad biológica del
mundo y más tarde la declaró patrimonio mundial. Hoy en día, esta área
montañosa es un paraíso de especies de flora y fauna nativas de Sri Lanka,
algunas endémicas en la isla.
Sinharaja
apenas ocupa 20 kilómetros de este a oeste y menos de 8 de norte a sur. No
obstante, representa una de las llanuras tropicales mejor preservadas de la
isla. A pesar de que su fauna salvaje no es tan fácil de ver como en parques
como Yala, hay 15 leopardos oriundos de Sri Lanka dentro del establecimiento,
junto con otras mangostas de cuello rayado, civetas de la palmera dorada, monos
langur de cara púrpura, víboras de foseta asiáticas y una gran multitud de aves
y criaturas.
3. Hawái
(Estados Unidos)
Muchos
piensan que las selvas tropicales son algo del otro mundo, que son sitios
ubicados en tierras “muy, muy lejanas”. Al menos nunca nos imaginaríamos que
tuviéramos alguno en los Estados Unidos. Para su sorpresa, existe al menos un
lugar en el país en el que podrá encontrar este tipo de paisajes: el estado de
Hawái. Se extienden a lo largo de cada una de las islas y componen un total de
6733,97 km². Debido a que las islas han sido aisladas por el océano Pacífico
durante millones de años, las especies que habitan estos bosques son únicas;
¡no las verá en ningún otro lado bajo este sol!
4. Selva
tropical de Daintree (Australia)
A
lo largo de la costa noreste de Australia, en la ribera del río Daintree, yace
un gran bosque frondoso. Se la conoce como la selva tropical de Daintree y es
uno de los ecosistemas más complejos de Australia y hasta me atrevo a decir que
del planeta. A pesar de cubrir menos del 1% de la superficie australiana, el
bosque se compone de un 3% de ranas, reptiles y marsupiales, un 7% de aves y un
90% de murciélagos y de mariposas. Además, alberga a muchas especies primitivas
que datan de más de 110 millones de años atrás. La idiospermum australiense o,
vulgarmente conocida como ‘la fruta del idiota’, es una de estas especies
antiguas y una de las más exóticas de la tierra.
El
paisaje les ofrece a los amantes de la naturaleza cientos de arroyos y
cascadas, bosques frondosos y cientos de picos imponentes.
5.Harapan
(Indonesia)
En
la isla de Sumatra, al sur del Pacífico, una hilera de 98.555 hectáreas compone
la selva tropical de Harapan en la provincia de Jambi. El bosque representa el
20% de vegetación restante de la isla, a pesar de haber sido talado de forma
selectiva desde la década de los 70. Aquí predomina la biodiversidad, ya que
constituye un albergue para más de 300 especies distintas de aves así como para
tigres y rinocerontes de Sumatra, que están en peligro de extinción. Debido a que
el bosque es propenso a la tala, La Sociedad Británica Real para la Protección
de las Aves tiene en sus planes plantar 1 millón de árboles nuevos en la zona.
Actualmente, el bosque es administrado por esta sociedad junto con Burung
Indonesia y Birdlife International, bajo una licencia de 95 años. La posible
construcción de una autopista que atraviesa el terreno pone en peligro al
bosque.
6. Isla
de Vancouver (Canadá)
Por
lo general, las palabras “selva tropical” suelen ser asociadas con imágenes de
junglas frondosas. En realidad, las hay de distintos tipos y están
desparramadas por el mundo, incluso en las costas de la Columbia Británica, en
Canadá, que abarca la isla de Vancouver. Al estar ubicada en la costa del
Pacífico, la flora de la fauna tiende a imitar a la de continente y hasta
incluye los famosos árboles gigantes de CB: la tsuga del Pacífico, cedros
amarillos, abetos de Douglas y pinos blancos occidentales. También puede cruzarse
con alisos rojos y arces.
Algunos
de los animales que habitan el bosque son los osos negros, pumas, wapitís de
Roosevelt, lobos y marmotas de Vancouver.
7.Monteverde
(Costa Rica)
Un
tipo muy particular de selva tropical es el “bosque nublado”. Por lo general,
se encuentran en zonas elevadas, casi siempre en regiones montañosas. Son áreas
húmedas, debido a que llueve con mucha frecuencia y las temperaturas suelen ser
bastante bajas. Comúnmente se desarrollan en cordilleras montañosas, donde las
nubes se unen y cubren el terreno a modo de niebla. Ésta se condensa alrededor
de las hojas y cae en forma de agua al suelo.
Los
bosques nublados son ecosistemas delicados que sirven de hogar para miles de
especies. Monteverde en Costa Rica es uno de ellos y quizás, el más famoso del
mundo. Fue “descubierto” en 1950 por cuáqueros estadounidenses que se
trasladaron al lugar. El parque temático de Monteverde se inauguró en 1972.
Alrededor de 70.000 turistas lo visitan anualmente, atraviesan los senderos
bien marcados e interactúan con la flora y la fauna diversa, que abarca unas
500 especies de orquídea y otras 161 de reptiles y anfibios.
8. Selva
Amazónica (Sudamérica)
También
conocida como el Amazonas, este bosque tropical cubre gran parte del río
homónimo situado en Sudamérica. Se extiende unos 1.570.746 km² y atraviesa
entre 9 y 14 regiones de América del Sur. Brasil contiene hasta el 60% del
bosque, más que cualquier nación. Representa más de la mitad de las selvas
tropicales restantes y es una de las más famosas del mundo. Además, se trata de
la más extensa. Se estima que 390 mil millones de árboles yacen sobre el
terreno.
El
Amazonas es el paraíso de la biodiversidad; de cada 10 especies conocidas, al
menos 1 vive en este lugar. La flora también es abundante; se han identificado
hasta 16.000 especies de árboles. ¡Una investigación llevada a cabo sobre 25
hectáreas en Ecuador descubrió 1.100 tipos distintos de árboles! Este bosque
frondoso tiene un gran impacto sobre el clima de la Tierra. La deforestación se
ha convertido en una terrible amenaza.